Gorka Otxoa: "Todos hemos sido pagafantas alguna vez"

¿De qué trata ‘Pagafantas’?
Habla de un chaval que está enamoradísimo de una chica muy guapa y que está dispuesto a hacer lo que sea para conseguir su amor. Cambia de peinado, cambia sus gustos musicales... pero ella le ve como su mejor amigo, un osito de peluche, que no tiene ningún peligro sexual y ahí está el drama y la comedia. La película es divertidísima y, además, todo el mundo se identifica con ella porque todos hemos sido ‘Pagafantas’ alguna vez en nuestra vida.

¿Cómo fue el rodaje de la película?
Fue maravilloso, rodamos en Bilbao, en verano, todo muy cómodo y agradable, como en casa. Con los compañeros muy bien, apenas nos conocíamos, pero nos acoplamos muy bien e incluso no nos podíamos aguantar las risas. Había muy buen rollo entre todos.

¿Recuerdas alguna anécdota del rodaje?
Parte del equipo técnico era de Madrid y se quedaron alucinados con cantidad de borrachos y el nivel de alcoholemia que había en Bilbao (risas). Rodamos mucho en exteriores y de noche, cada día había por lo menos un borracho que gritaba, que quería dirigir él la peli, participar como actor... Las anécdotas con borrachos eran diarias, y los del equipo flipaban con eso.

¿Cuánto amigos te han confesado que ellos han sido alguna vez ‘Pagafantas’?
Es alucinante, la gente se identifica muchísimo con el personaje, todo el mundo ha sido o es un ‘Pagafantas’. No se libra nadie, ni el tío más bueno del planeta. Muchos me dicen “desde el minuto 10 al 70 he hecho todo lo que sale en la peli”, otros me dicen que les han hecho ‘la cobra’ mil veces o con otros momentos de la película que te dicen “a mí me pasó eso”.

¿Es difícil la vida del ‘Pagafantas’?
Es muy difícil su vida, el único remedio es huir, salir escopetado porque es un círculo vicioso que no para de repetirse. Hay que borrar su número de teléfono y no verla jamás. Sino siempre seguirás enganchado y nunca vas a conseguir librarte de ser un ‘Pagafantas’. Ella te ve como un amiguito y es absurdo seguir sufriendo con la esperanza de que en algún momento cambiarán las cosas porque ¡ellas nunca cambian! Por esa razón hay que huir corriendo

¿Pero existen ‘Pagafantas’ femeninas?
Si, claro que existen, pero menos. Es más del género masculino que del femenino, somos más pringados, ellas eligen más y tienen el poder. El ‘Pagafantas’ no entiende ni de razas, ni de condición social, económica ni nacionalidad, esto ha ocurrido desde siempre en la historia y seguirá ocurriendo en todo el mundo. Es muy trágica la vida del ‘Pagafantas’.

¿Crees que va triunfar en taquilla como ha hecho, por ejemplo, ‘Fuga de cerebros’?
El hecho de que este año películas españolas hayan tenido tanto éxito y tanta taquilla te hace pensar “por fin la gente va a ver cine español”. Confiamos que el público, después de ver la peli, funcione mucho el boca a boca y comenten que se han reído mucho, que se lo han pasado muy bien y que la recomiende. Estamos recibiendo muy buenas críticas, nos premiaron en el Festival de Málaga con el Premio de la Crítica Biznaga de Plata y el Premio ALMA al Mejor Guionista Novel y eso con una comedia no había pasado jamás. Si la gente no se lo pasa bien viendo ‘Pagafantas’ les devuelvo el dinero (risas).

¿Qué seáis caras conocidas de la televisión os ayuda?
Creo que si ayuda, si sale en la película alguien que te gusta como trabaja pues puede ayudar a que la vean, parece que últimamente este sistema está funcionando. Nuestro objetivo es que les guste la película.

Qué prefieres ¿drama o comedia?
No lo se, hago las dos cosas, he hecho comedia en cine y televisión y drama en el teatro con ‘Olvida los tambores’. En comedia me lo paso bomba y es una gozada intentar hacer reír y reírte mientras lo haces, pero también me gusta el drama. Si el proyecto está bien, me apunto.

¿Cuál fue la escena más complicada?
Recuerdo la de la escena de la boda en el barco en alta mar con unas olas gigantescas, el barco se movía hacía todos lados. En la secuencia no se ve, pero a mí me estaban sujetando los pies para que no me cayera, había una cuerda para agarrarnos. Hubo muchísimos mareos, Julián López se quedó blanco vomitando, se le tuvo que quitar de una secuencia y todo, un cámara se cayó y se torció un tobillo. Fueron dos días de locura. Al día siguiente recuperamos el tiempo perdido porque no nos fuimos tan lejos y el mar estaba más tranquilo. Yo estoy acostumbrado al mar y no me mareé, pero mucha gente del equipo si.