Joaquín Torres, empresario de "El Secreto"

El Secreto es el nuevo reality de Antena 3. Y Joaquín Torres es el primer infiltrado.
¿Cómo le llegó la propuesta de ‘El Secreto’?
Me llamaron de la productora tras ver en los Informativos de Antena 3 unos proyectos que había hecho en Pozuelo y vinieron a verme para contarme cómo era el formato. Inicialmente les escuché amablemente, pero no tenía ningún interés en meterme en esta aventura. Ellos me pidieron que viera uno de los programas ingleses para que comprendiera su funcionamiento y cuando mi mujer, que también era bastante reticente, y yo lo vimos ella me dijo “Joaquín, hazlo”.
Lo comenté con varios amigos, me animaron, me dijeron que no me preocupase y me metí. Lo hice, sinceramente, por unas razones absolutamente diferentes a las que he salido, es más, antes de empezar le comenté a la productora y a la cadena unas pautas que han dejado de importarme. Lo que motiva de todo esto es dar a conocer todas las asociaciones y ONG que he conocido. Entré en el programa por un tema más profesional, para dar a conocer el estudio y para cambiar un poco la imagen que puede tener la gente de un arquitecto, pero una vez que estás en un mundo real, con gente con dramas reales, personas que dan su vida por y para los demás sin esperar nada a cambio, decido involucrarme de otra manera.
¿Pero se le llegaron a olvidar que estaban ahí las cámaras?
Para nada, sabía que había un programa detrás, pero me dejó de importar el programa, sólo le pedí al director del programa que sacara lo que estábamos sintiendo porque fue muy duro.

¿Cómo empezó a trabajar con esas asociaciones y ONG?
Cuando llegué allí me presentaron como un voluntario y, para explicar la presencia de las cámaras, les contaron que se iba a hacer un programa para dar a conocer su labor a través de mí. Como anécdota comentar que uno de los voluntarios me dijo un día “yo debería ser el protagonista del programa porque llevo 12 años haciendo esto”. Y tenía razón, pero no le podía explicar el por qué del programa. De todas formas yo estaba arropado por todo el equipo del programa y por los responsables de las organizaciones a las que íbamos y que no sabían nada.

¿Cómo fue la convivencia en esas asociaciones? Estuve viviendo en una de ellas y el primer día cuando llegué estaba totalmente noqueado, lo que pasa es que en el programa se ve sólo un par de minutos. Cuando llegué me encontré con nueve personas que estaban absolutamente fuera de mi entorno, que tienen dramas reales y que están viviendo gracias a una de estas asociaciones en un ambiente humilde, pero muy digno. Lo que más me trastoca no es la pobreza ni los dramas humanos que hay detrás de cada persona, lo que más me deja aluciando es que, por primera vez, me he enencontrado con seres humanos que dedican su vida a los demás. Hay uno de los voluntarios que vive con sus padres y acoge a gente de la calle, a formado 9 o 10 casas de acogida y que da todo su patrimonio, toda su vida, a los demás.

¿Qué ha cambiado dentro de usted tras esta experiencia?
Sé que es muy tópico, ha sido un cambio de chip en mi vida, me siento mejor y soy mejor persona. Tengo una perspectiva de las cosas totalmente diferente, cuando estoy en el estudio con problemas intento tomármelos de otra manera. Soy una persona que tengo un carácter fuerte y tras el programa he puesto todo en perspectiva y me he calmado muchísimo, no me tomo las cosas tan en serio. Esto ha sido un regalo.