A veces las sospechas son suficientes, cuando de asuntos espinosos se trata. Me refiero a la polémica surgida por la decisión de Televisión Española de retrasar la emisión del reportaje titulado “Repor: algo huele mal”, en el que se informaba con detalle y testimonios sobre la terrible contaminación que soporta la comarca gaditana de Campo de Gibraltar.
Lógicamente, el documento audiovisual ponía el foco en las grandes empresas que operan en la zona como responsables directas de la situación ecológica y sanitaria, cosa que no ha gustado nada a la patronal afectada. Hasta tal punto, que la petrolera Cepsa, cuando se enteró de la inminente emisión del reportaje, llamó a TVE para “ofrecerse” a aportar su punto de vista.
Como en Campo de Gibraltar, algo huele mal en todo este asunto. O alguien hizo muy mal su trabajo desde el principio, o TVE no ha sabido aguantar ciertas presiones inaceptables a su libertad de expresión y a su irrenunciable derecho a la información.
Arturo Roa
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